Juicios rápidos: guía rápida con todo lo que necesitas saber

Los juicios rápidos pueden acabar en prisión.

Se trata de un procedimiento que agiliza los trámites para resolver de manera sencilla algunos casos.

Por eso debes saber a qué te enfrentas y reaccionar con rapidez.

Seguro que tienes algunas dudas:

  • ¿Qué es exactamente un juicio rápido y cómo funciona?
  • ¿Las penas son menores que en otro tipo de juicios?
  • ¿Qué delitos se resuelven mediante este proceso?
  • ¿Qué debo hacer si me enfrento a un juicio rápido?

En este post contestamos estas preguntas para qué sepas cómo funciona y qué debes hacer en esta situación.

Empezamos.

Qué es un juicio rápido y cuándo se celebra

Un juicio rápido es un proceso para acortar plazos y reducir trámites en algunos casos.

Para que se celebre se deben cumplir estas 2 condiciones:

  • Se han impuesto penas de prisión de hasta 5 años u otro tipo de penas de hasta 10 años de duración.
  • La policía pilla al acusado cometiendo el delito e interviene mediante un atestado policial (certificado que deja constancia de la infracción).

Es decir, que los juicios rápidos no implican que te enfrentes a penas leves.

Juicios rápidos: requisitos fundamentales

El requisito principal es iniciar el proceso mediante el atestado policial.

El atestado policial es un documento que certifica que se ha producido el delito porque la policía ha intervenido.

Y además ha detenido al presunto delincuente o lo ha citado a comparecer al juzgado de guardia.

En la mayoría de casos hablamos de delitos flagrantes (que se estaba cometiendo o se acaba de cometer cuando llega la policía).

Juez en proceso de juicio rápido

Juicios rápidos y juicios por delitos leves: ¿es lo mismo?

Aunque algunos delitos leves se pueden resolver en juicios rápidos, se trata de dos tipos de procesos diferentes.

El juicio rápido siempre empieza mediante un atestado policial.

El juicio por delito leve empieza por querella, denuncia, resolución de un juez o atestado de otra fuerza de seguridad.

El juicio por delito leve resuelve casos con penas menores, como por ejemplo:

  • Privación de conducir (3 meses – 1 año).
  • Privación de tener armas (3 meses – 1 año).
  • Privación de ejercer ciertas profesiones (3 meses – 1 año).
  • Privación de tener animales (3 meses – 1 año).
  • Multas.
  • Prohibición de comunicarse o acercarse a ciertas personas (1 mes – 1 año).
  • Realización de trabajos para la comunidad.

Juicios rápidos: delitos que se resuelven por esta vía

Según establece el artículo 795 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, los siguientes delitos se resuelven por esta vía:

  1. Delitos de lesiones, coacciones, amenazas o violencia física o psíquica habitual en el ámbito familiar o de la violencia de género.
  2. Delitos de hurto.
  3. Delitos de robo.
  4. Delitos de hurto y robo de uso de vehículos.
  5. Delitos contra la seguridad del tráfico, como conducir bajo los efectos de drogas o alcohol, de forma temeraria o sin carné.
  6. Delitos de daños contra la propiedad ajena.
  7. Delitos contra la salud pública
  8. Delitos flagrantes relativos a la propiedad intelectual e industrial.

¡Importante!

Que un expediente se resuelva por la vía rápida no implica que sea menos grave.

De hecho, puedes acabar en la cárcel si no tienes la asistencia de un buen abogado.

Juicios rápidos por alcoholemia: un caso muy común

Los delitos por alcoholemia son uno de los más habituales en los juicios rápidos.

Esta infracción consiste en conducir vehículos a motor o ciclomotores bajo la influencia de drogas tóxicas, sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas.

La tasa máxima permitida es de 0,60 mg por litro de aire (en la prueba de soplar el alcoholímetro) o de 1,2 g por litro de sangre (mediante extracción de sangre).

En cuanto das un resultado superior al permitido, la policía puede detenerte e inmovilizar tu vehículo.

Y negarte a hacer la prueba no es una opción.

¿El motivo?

Puedes ser condenado a una pena mayor que la sanción correspondiente por superar la tasa de alcoholemia.

Coche policía con luces encendidas

Cómo funcionan estos procedimientos

Estos son los pasos principales:

1.Apertura de diligencias

La policía debe realizar una serie de acciones en un plazo de 72 horas:

  • Dar a conocer los hechos en el juzgado de guardia y el Ministerio Fiscal.
  • Detener al denunciado para celebrar el juicio rápido o citarle para acudir a declarar en un plazo de 3-7 días.
  • Solicitar documentos necesarios para el caso como informes médicos forenses, pruebas de alcoholemia o pruebas tóxicológicas.

2. Fase de instrucción

El acusado relata los hechos en el juzgado de guardia.

Es posible negociar con el fiscal para acordar una sentencia de conformidad (cuando el acusado admite el delito para que le reduzcan la pena y el proceso acabe antes).

Si esta se produce, el juicio rápido terminaría aquí.

Si no, seguiría con las siguientes etapas.

3. Apertura de diligencias

Si no hay acuerdo con el fiscal, el acusado deberá presentar un escrito de defensa.

En un plazo de 15 días acudirá al Juzgado de lo Penal para realizar el juicio oral y 3 días más tarde el juez dictará la sentencia.

4. Fase de sentencia

Si no estás de acuerdo con tu sentencia, puedes reclamarla en los 5 días siguientes.

Qué debes hacer en estos casos: en juicios rápidos un abogado es tu aliado

Los plazos de los juicios rápidos son muy breves.

Además, existe la posibilidad de que la sentencia no sea muy dura si llegas a un acuerdo con el fiscal.

Pero lo ideal es siempre tener la compañía de un abogado especialista en juicios rápidos.

Este profesional te ayudará a:

  • Defenderte de las acusaciones.
  • Estudiar tu caso y cuáles son tus mejores opciones.
  • Asesorarte en cosas tan simples como pedir una comprobación de la prueba de alcoholemia realizada.

Contáctanos y te ofrecemos una reunión de valoración de forma gratuita.

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