Ley de la Segunda Oportunidad en España (2025): Qué es, cómo funciona y cómo puede ayudarte

En la actualidad, miles de personas físicas y trabajadores autónomos en España atraviesan situaciones de sobreendeudamiento que les impiden avanzar. La acumulación de préstamos, tarjetas de crédito, recibos impagados o deudas con la Administración puede generar un bloqueo económico que afecta tanto a nivel financiero como personal.

Frente a esta realidad, la Ley de la Segunda Oportunidad se presenta como un mecanismo legal eficaz para cancelar deudas y comenzar de nuevo. Desde su creación en 2015 y su posterior reforma mediante la Ley Concursal de 2022, esta norma permite a quienes cumplen ciertos requisitos liberarse de la carga económica acumulada y recuperar el control de su vida.

A continuación, te explicamos en detalle cómo funciona esta ley, a quién está dirigida, qué tipo de deudas se pueden cancelar y qué beneficios ofrece en 2025.

 

¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?

La Ley 25/2015, de mecanismo de segunda oportunidad y reducción de carga financiera, tiene como objetivo permitir a las personas físicas sobreendeudadas acogerse a un procedimiento judicial que puede culminar en la cancelación total o parcial de sus deudas. Este proceso se denomina Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI).

La ley fue concebida para ofrecer una salida legal a quienes, actuando de buena fe, no pueden afrontar sus obligaciones financieras. Es una herramienta que busca evitar la exclusión social y económica de los deudores particulares y autónomos, y brindarles la posibilidad de empezar de cero.

Gracias a las modificaciones introducidas por la Ley Concursal 16/2022, el proceso se ha agilizado, abaratado y simplificado, eliminando la necesidad de acudir a un notario o a un mediador concursal. Además, se han fijado nuevos límites y condiciones más claras para las deudas con Hacienda y la Seguridad Social.

 

¿Quién puede acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad?

La ley está diseñada exclusivamente para personas físicas, tanto particulares como autónomos. No es aplicable a empresas o sociedades.

Para iniciar el proceso es necesario que el solicitante cumpla una serie de requisitos legales:

  • Ser persona física residente en España.
  • Estar en una situación de insolvencia real o inminente, es decir, no poder pagar sus deudas con su patrimonio o ingresos.
  • Tener más de un acreedor.
  • No haber sido condenado por delitos económicos, contra la Hacienda Pública, la Seguridad Social o de falsedad documental en los últimos 10 años.
  • No haber utilizado este mecanismo en la última década.
  • No superar los 5 millones de euros en el total de deudas.
  • Actuar con buena fe durante todo el procedimiento judicial.

El cumplimiento de estos criterios es imprescindible para solicitar la cancelación de deudas bajo esta ley.

¿Qué deudas se pueden cancelar?

La Ley de la Segunda Oportunidad permite eliminar diferentes tipos de deudas, siempre que se cumplan los requisitos exigidos:

  • Préstamos personales, ya sean bancarios o de entidades privadas.
  • Saldos de tarjetas de crédito.
  • Microcréditos o préstamos rápidos, habitualmente con intereses elevados.
  • Facturas impagadas, especialmente en el caso de trabajadores autónomos.
  • Recibos de suministros como agua, gas, luz o telefonía.
  • Parte de la deuda hipotecaria que quede pendiente tras una ejecución si se entrega la vivienda.
  • Avales personales, en los que el deudor actuó como garante de otro.

Hasta 10.000 euros con Hacienda y otros 10.000 euros con la Seguridad Social, de forma independiente. La parte que supere este límite no es exonerable.

Esta última condición es especialmente importante en 2025, ya que se mantiene el criterio introducido por la reforma de 2022: si la deuda pública excede estos límites, el juez no puede establecer un plan de pagos para cubrir el exceso.

¿Qué deudas no se pueden cancelar?

Existen determinadas obligaciones que no pueden eliminarse mediante la Ley de la Segunda Oportunidad. Estas incluyen:

  • Pensiones alimenticias a favor de hijos u otros familiares.
  • Indemnizaciones por responsabilidad civil derivadas de lesiones, muerte o daños personales.
  • Deudas por delitos con condena firme.
  • Multas administrativas muy graves.
  • Salarios de trabajadores correspondientes a los últimos 60 días anteriores a la declaración de concurso.
  • Deudas hipotecarias, si el bien hipotecado no se entrega o no procede su liquidación.

Asimismo, cualquier ingreso no declarado (herencias, premios, donaciones) recibido durante los cinco años siguientes a la exoneración podría motivar la revocación judicial del beneficio.

 

¿Qué ocurre con la vivienda habitual?

Uno de los temas más sensibles en este procedimiento es la vivienda habitual del deudor. Esta puede conservarse o perderse en función de varios factores:

  • Si la vivienda está libre de cargas y el plan de pagos no satisface a los acreedores, es posible que el juez autorice su liquidación para saldar parte de la deuda.
  • Si existe una hipoteca vigente, y se entrega la vivienda al banco (dación en pago), la deuda restante puede ser cancelada.
  • Si hay más de un inmueble, el resto puede liquidarse para satisfacer las obligaciones.

En muchos casos, la entrega de la vivienda permite la cancelación total de la deuda hipotecaria, siempre que el valor del inmueble cubra parte sustancial del pasivo pendiente.

Duración del procedimiento en 2025

Los plazos del proceso varían en función del tipo de procedimiento:

  • Concurso sin masa (cuando no hay bienes que liquidar): la exoneración puede conseguirse en 1 a 3 meses.
  • Concurso con masa activa (cuando existen bienes): el procedimiento puede extenderse entre 6 y 12 meses, dependiendo del juzgado.

La agilización de los trámites judiciales tras la reforma legal permite obtener resultados más rápidos, especialmente en los casos más sencillos.

Beneficios principales de la Ley de la Segunda Oportunidad

  • Acogerse a este procedimiento ofrece importantes ventajas legales y personales:
  • Cancelación definitiva de las deudas, bajo resolución judicial.
  • Protección contra embargos, ejecuciones y llamadas de recobro.
  • Posibilidad de salir de los ficheros de morosos y mejorar el historial crediticio.
  • Recuperación de la capacidad financiera para acceder a financiación en el futuro.
  • Tranquilidad personal y emocional, al eliminar la presión constante de los acreedores.

Además, la persona exonerada puede reanudar su actividad económica sin arrastrar las consecuencias del pasado, algo especialmente relevante para autónomos y emprendedores.

¿Las deudas se eliminan para siempre?

Sí, aunque existe una ventana de revisión de 5 años. Durante ese tiempo, si los acreedores demuestran que el deudor ha ocultado ingresos, recibido bienes o actuado con mala fe, podrían solicitar la revocación de la exoneración.

Si no se produce ninguna irregularidad, la cancelación de las deudas será definitiva y el deudor podrá reiniciar su vida económica sin lastres.

Conclusión

La Ley de la Segunda Oportunidad es, a día de hoy, uno de los instrumentos legales más eficaces para que las personas físicas en España puedan afrontar situaciones de insolvencia sin perderlo todo. No es un proceso automático ni universal, pero si se cumplen los requisitos y se actúa con transparencia, permite una cancelación legal y definitiva de deudas impagables.

Esta ley representa una auténtica vía de escape al sobreendeudamiento, especialmente en un contexto económico incierto como el actual. Si estás pasando por una situación límite, es fundamental informarte, conocer tus derechos y actuar cuanto antes.

En Reclama y Recupera contamos con abogados especializados en esta área y podemos ayudarte, valorar tu situación y estudiar si puedes acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad. Contamos con experiencia en asesorar a particulares y autónomos en procesos de cancelación de deudas, de forma transparente y adaptada a tus necesidades.

¡Llámanos y consúltanos sin compromiso! Podemos ayudarte.

Related posts